Jaibas
Corría el año 2000 y empezábamos a planear las vacaciones de verano, esta vez las mochilas se enfilaban hacia Arica, por allá teníamos un familiar donde llegar… excelente opción, y decidimos tomarla, íbamos yo y mi novia, además de nuestro mejor amigo, que llamaremos Javier … accidentado debía ser desde el principio, con un agradable principio de insolación en Antofagasta, primer lugar de destino, pues solo hasta ahí pudimos comprar los tickets aéreos a esas $40.000, tarifa estudiante que ahora se añoran (recuperando lo invertido en ser presi señor Piñera… jajaja) ya en Arica, el copete, el carrete y la obsesión por el TF, pasaron a ser factor fundamental de nuestros días de “descanso”.
El laucho… el solarium elegido… ahí estábamos mutando en la playa, algunos tomando jugos de sandía, jugando paletas, como también mis socios de viaje pisando erizos… jajjajaj… como chillaban el parcito… ahí tirados en la suerte de enfermería de la playa... Con una paramédico sacandoles las espinas... JjjajajjajAjAjAj AJAjja
Bueno … estábamos negros… y con su roncito diario la estábamos pasando de lujo… uno de esos días “laucheros”, estamos ya levantando el campamento playero, y decidimos caminar hacia el centro y no tomar la micro directamente a la casa… en toda la esquina de Bolognesi con 21 de mayo, estaba un socito vendiendo jaibas… puta que rico … jaibita… en realidad, ahora lo pienso así, en ese momento yo no estaba muy convencido, nunca me habían gustado mucho los productos marinos, pero mi estado de semi borrachez crónica, me decía “dale no má”…y ahí estábamos... los tres llevando al hogar jaibitas para que mi socio Javier, auto reconocido gran cocinero, se luciera con una de sus auto percepciones de especialidad Javeriosa…
Después de sacarse cresta y media mi compadre (y soy literal), al tratar de saltar la reja con chalas y no hacer un calculo apropiado de la altura... (se tiro como saco de papas), entramos a la casa… las Jaibas esperarían un rato, mientras nos duchábamos y arreglábamos…
Habrán pasado sus 2 horas, y ahí estaban las pobres Jaibas… listas para comenzar su incursión en agua hirviendo… a esa altura ya estaba el resto de la familia en casa… teníamos problemas con el lavaplatos, que cacho eso… pero estaba solucionado el tema, el gasfitero estaba en camino…
Llego nuestro amigo gasfitero a arreglar el lavaplatos… quizás con que cosa estaba tapado… Javier nuestro gran chef de vacaciones, estaba en plena faena de "observar
Señora… voy a retirar el sifón del lavaplatos pues ahí esta el problema… Ok… Don José se acostaba en el suelo de la cocina con su cabeza dentro del mueble que daba acceso a la parte baja del lavaplatos… retiro el sifón y comenzó a manipular…
Por su parte, ya con unos aperitivos en el cuerpo, Don Javier… el Don ya se lo había ganado, por su capacidad gerencial en la cocina… llámese: mirar la olla… conversando con el gasfitero y comentando sobre sus conocimientos de gasfitería… jejee las hace todas…
Tiempoooo… las Jaibas están listas… perfecto, no falta nada… la mesa servida, los acompañamientos preparados… ahí exactamente comenzó el drama… Javierito buscó paños para cubrir sus manos…
Existían miles de alternativas… pero tomar la olla… evitar pisar al Sr. Gasfitero, que dicho sea de paso, aún seguía recostado en el piso con la cabeza dentro del mueble y con el sifón desarmado y verter el contenido completo d ela olla por el lavaplatos… realmente era digno de... Nada… nada se iguala… Don José recibió de lleno la descarga de agua hirviendo… el grito que pego… ufff!!! Te lo encargo… menos mal que al retirar el sifón le callo un resto de agua helada… algo sofoco la quemazón… lo que vino después...ya no vale la pena… ahí quedo el lavaplatos… tirado… y del sr. Gasfitero nunca más supimos… actos irracionales… JajaJAjajAjajajJAjaa… borracho crónico (y Vo!!!), Terrible déficit atencional??? Disfunción de alguna parte??? Perdida de motricidad fina, no tan fina, gruesa y gruesota???... será el sereno, pero le tiro una olla de agua hirviendo con olor a Jaiba en la cara… en la caaarraaaaaaa… como tanto… jajaaja…